Discografía

La discografía que presentamos a continuación es una pequeña muestra de los cientos de discos que contienen música de Victoria. Como criterio general, sólo hemos seleccionado CDs que contengan exclusiva o mayoritariamente música del abulense. También hemos optado por presentar la discografía más reciente, siempre en formato CD, en detrimento de grabaciones antiguas que es difícil encontrar en el mercado y que presentan versiones con criterios de interpretación algo desfasados. La clasificación de los discos se ha hecho según las obras interpretadas en ellos, para ofrecer una comparación de las distintas interpretaciones que cada grupo ha hecho de las obras de Victoria.

Misas:



Missa O quam gloriosum. Missa Ave maris stella.
David Hill
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1985

Este es uno de los primeros discos con música de Victoria grabados por el coro de Westminster y también uno de los mejores de la serie. Contiene las misas O quam gloriosum y Ave maris stella. El espíritu luminoso y festivo de esta música sienta mucho mejor a los cantores de Westminster que otras obras más densas. Las voces de los tiples aquí tienen un color mucho más vivo y cercano al propósito espiritual de las obras del abulense. Las dinámicas son vivas y graduales, ayudadas por unos tempi ligeros que dan agilidad al conjunto. El empaste del grupo está muy logrado, teniendo aquí un papel destacable los niños cantores, en una de sus interpretaciones más memorables.





Missa O magnum mysterium. Ascendens Christus in altum.

David Hill
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1986

Dos misas de carácter festivo y glorioso nos interpreta aquí el coro de  Westminster, precedidas de sus dos correspondientes motetes. El grupo presenta su típico sonido, más contenido que otras veces, o quizá menos acongojado que en páginas de Victoria más tremendas como el Oficio de Semana Santa o el Requiem.
El predominio sonoro de los tiples es manifiesto sobre todo el conjunto, aunque está bien empastado el sonido del coro. Quizá el balance respecto de las voces graves está descompensado. Los tempi son ágiles y las dinámicas acertadas, equilibrándose así el conjunto.



Missa Vidi speciosam
David Hill
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1988

El disco se divide en dos partes bien distintas: al principio aparecen una serie de motetes de carácter mariano: el Ave María apócrifa, Ave maris stella, Ne timeas María, Sancta María, succurre miseris, Vidi speciosam. En la segunda parte se interpreta completa la misa Vidi speciosam, con acompañamiento de órgano, mientras que en la primera parte interviene el coro solo.
El coro de la catedral de Westminster con su maestro de capilla al frente, David Hill, está compuesto por voces masculinas, con tiples para las voces agudas. El grupo es bastante numeroso pero presenta su sonido característico: fuertemente compacto, muy empastado, con unos niños que está sobresalientes y con una limpieza en las texturas impropia de un coro tan numeroso, pero que forma parte de la gloriosa tradición coral inglesa.
La grabación es lenta y avanza inexorable, sin notarse casi nunca aceleraciones ni retardos, lo cual le otorga cierta monotonía. Lo mismo podríamos decir de las dinámicas, que se mueven en un margen muy pequeño y sumergen al oyente en una especie de volumen continuo de la misma sonoridad. La misa Vidi speciosam tiene algo más de dinamismo, reforzado por un discreto e inteligente uso del órgano.

Missa o magnum mysterium. Missa O quam gloriosum

Jeremy Summerly
Oxford Camerata
Naxos, 1992

La Oxford Camerata, compuesta por 12 cantantes ingleses, es un grupo mixto, que junto a su director Jeremy Summerly aborda dos misas de Victoria de carácter festivo y luminoso.
El grupo es ligero, de sonido nítido y brillante, muy empastado. Esta sensación de ligereza se ve acentuada por unos vivos tempi extremadamente rápidos, con lo que parece que Oxford Camerata pasa sobre esta música sin mojarse, sin sentirla, un poco indiferentes a la belleza sonora que podrían producir si interpretaran con más pasión. Es precisamente la frialdad la principal característica de estas interpretaciones, muy correctas, pero sin alma.

Missa Gaudeamus

Raúl Mallavibarrena
Música Ficta
Enchiriadis, 2000

Raúl Mallavibarrena renueva Música Ficta para esta ocasión, que ahora está compuesto por seis cantantes, -uno por parte-, apoyados por un órgano. Los cantantes son excelentes y hacen una interpretación nítida y limpia, con tempi adecuados y dinámicas bastante intensas, para lograr la expresividad que la música de Victoria requiere.
El apoyo del órgano aporta un fondo sonoro muy adecuado, que enriquece al conjunto y le da estabilidad. Pese a esto, la interpretación se hace algo monótona. Para completar el CD se han grabado 3 motetes de Victoria y el Jubilate Deo de Morales.



Missa Gaudeamus. Missa Pro Victoria. Motets
Andrew Carwood
The Cardinall’s musick
ASV-Gaudeamus, 2000



Este disco graba dos misas de Victoria: la misa Gaudeamus a 6 voces y la misa Pro Victoria, a 9 voces. Usa para ello un coro mixto con dos cantantes por parte, excepto en los motetes que completan el disco, en los que utiliza un solo cantante para cada voz.
Andrew Carwood logra un sonido suave y equilibrado, donde las texturas se escuchan limpiamente, favorecidas por unas voces cristalinas, algo impersonales, que sacrifican su lucimiento personal en favor del conjunto.
Un inteligente uso de las dinámicas, da algo de vitalidad a esta música, que se ha llevado con ligereza, pero en su justa medida.


Motetes:




Sacred music
Pro Cantione Antiqua
The London Cornett and Sackbut Ensemble
Bruno Turner
Teldec, 1978

Bruno Turner fue uno de los pioneros en la interpretación de música polifónica renacentista con instrumentos doblando a las voces. En este disco de 1978, remasterizado en los años 90, une al conjunto Pro Cantione Antiqua, formado por 17 cantantes masculinos, el The London Cornett Ensemble, compuesto por corneto, bajón, trombones y órgano.
El repertorio escogido se concreta en 13 motetes de distinta procedencia, algunos policorales, que se interpretan en dos coros apoyados por instrumentos.
La interpretación es fluída y ligera, con dinámicas discretas y equilibradas, nada estridente. Lógicamente en las piezas en las que intervienen más cantantes y el grupo instrumental las texturas se ven algo más emborronadas. Algunos cantantes presentan un molesto vibrato, aunque el conjunto es muy digno y pionero en su momento.



Cantica Beatae Virginis
Jordi Savall
La Capella Reial de Catalunya
Hesperion XX
Astree, 1992

El aclamado músico Jordi Savall ha elaborado aquí su particular visión de la música de Victoria. Totalmente personal en la elección de un repertorio preferentemente mariano, -de ahí el título-, y más subjetivo todavía en la interpretación del mismo.
La Capella Reial de Catalunya aparece aquí formada por 12 miembros, con sopranos, mezzosopranos, contratenores, tenores, barítonos y bajos. Este grupo vocal se ve reforzado por Hesperion XX, conjunto instrumental donde la familia de las violas aparece ampliamente representada y complementada con cornetas, trombones y un órgano.
La interpretación de Savall es arriesgada y novedosa en su momento: la mezcla de voces e instrumentos da a la música de Victoria un carácter suntuoso y ampuloso, del que nos podemos admirar por lo poco frecuente del conjunto. Sin embargo, es muy posible que en algunas catedrales españolas o en Italia en tiempos de Victoria se interpretaran sus obras con el concurso de instrumentos variados. Los instrumentos introducen un sonido más moderno, podríamos decir que hace sonar a la polifonía como más avanzada en el tiempo histórico. Esto es más patente en alguna pieza que Hesperion XX ha interpretado en versión instrumental.
Como contrapartida los instrumentos introducen un colchón sonoro que emborrona las líneas polifónicas y las hace sonar algo confusas. Es el precio a pagar por una interpretación novedosa, aunque no lejos de lo históricamente imaginable.



Motets

Andrew Hope
Victoria voices and viols
Gaudeamus, 2003

De nuevo nos encontramos con un disco que une la música vocal de Victoria a los instrumentos, en este caso un consort de violas reforzadas por un arpa doble y una tiorba. El grupo vocal es un coro mixto formado por 9 cantantes. Abordan un repertorio de motetes para distinto número de voces y variada procedencia temporal. En todos los casos actúan las voces junto a los instrumentos. El resultado es desigual. Las líneas se emborronan con el chirrido de las violas doblando a las voces. El grupo vocal no hace la más mínima dinámica y la sensación de pesadez es bastante acentuada. La toma de sonido no hace más que agravar estos males al restar todo atisbo de brillo, pasándolo todo bajo una pátina oscura y confusa.



Et Iesum


Carlos Mena. Juan Carlos Rivera

Harmonía Mundi, 2005


Et Iesum es un disco atípico, seguramente el más original de todos los aquí comentados.  El contratenor Carlos Mena interpreta el cantus de varios motetes y antífonas de Victoria con el único acompañamiento, frágil y tenue, del laúd o la vihuela de Juan Carlos Rivera. El resultado es sorprendente, ya que la belleza de Victoria como melodista se puede apreciar aquí perfectamente. No es descabellado imaginar interpretaciones como ésta en tiempos de Victoria. De hecho hay fuentes documentales donde se hacen transcripciones para laúd de piezas polifónicas de Victoria. Una o dos voces cantarían junto al instrumento en lo que parecen ser versiones domésticas o de salón de la mejor música eclesiástica de la época.
El disco se escucha con agrado, está muy bien cantado y deja una impresión de paz y placidez que está muy cerca de lo espiritual. Éste sí que es otro Victoria.


Officium Hebdomadae Sanctae:



Officium Hebdomadae Sanctae

Ismael Fernández de la Cuesta
Coro de Monjes del Monasterio de Silos
Coro de Voces Blancas de Burgos
Hispavox, 1973

El mérito indiscutible de esta antigua grabación estriba en el hecho de tratarse de la primera grabación integral del Officium Hebdomadae Sanctae. A este mérito se le añade el ser íntegramente española, con un elenco vocal buscado para la ocasión y realizada en formato disco de vinilo, aunque fue pasada a CD en los años 90.
El director, Ismael Fernández de la Cuesta ha aunado a dos formaciones vocales distintas: El coro de voces blancas de Burgos, que hace las voces agudas de la polifonía y el coro de monjes de Silos, que hace el resto de las voces masculinas y, por supuesto, los fragmentos gregorianos, que son uno de los puntos fuertes de esta versión.
El conjunto es algo chirriante, sobre todo en el capítulo de las voces femeninas, con excesivo vibrato. Hay que tener en cuenta, sin embargo, el esfuerzo realizado, ya que la grabación es de 1973. Los tempi son fluídos y las dinámicas muy discretas, pero equilibradas. La grabación presenta un excesivo eco, que enmascara las líneas y confunde las texturas. Fue grabada en directo en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo de Silos y podríamos calificarla como histórica.


Responsories for Tenebrae

David Hill
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1988

David Hill nos ofrece otra vez un ejemplo del más difícil sonido Westminster en esta versión de los Responsorios de Tinieblas: niños chillones, tenores estentóreos, cambios repentinos de dinámica, grupo de cantores muy numeroso... Los problemas del canto de la polifonía con niños para las voces agudas se hacen aquí patentes: imprecisiones y, sobre todo, timbre estridente y poco compacto con el resto del coro. Todo esto hace que la escucha de este CD sea extremadamente fatigosa.


Tenebrae Responsories

Peter Phillips
The Tallis Scholars
Gimell, 1990

Los Responsorios de Tinieblas del Officium Hebdomadae Sanctae son uno de los repertorios favoritos de los coros ingleses. Peter Phillips se pone a la tarea al frente de su grupo, The Tallis Scholars, conjunto mixto de 10 cantantes que hace una interpretación solvente de este repertorio.
Con un sonido compacto y algo estridente aborda los Responsorios de forma algo mecánica, con tempi ligeros y resaltando los contrastes dinámicos. El conjunto es muy correcto, muy afinado, con líneas muy claras y bien trazadas, pero el resultado parece monótono. Quizá no es lo más indicado abordar todos los responsorios seguidos, cuando en su concepción original estaban salteados en la liturgia enmedio de otros cantos y oraciones, con lo que se lograba la variedad y descanso auditivo que aquí faltan.


Officium Hebdomadae Sanctae

Jean-Paul Gipon
Enseble vocal Jean-Paul Gipon
Champeaux, 1991

Se trata de una integral de la obra de 1585, que incluye la Pasión según San Juan del Viernes Santo.
El Ensemble vocal Jean-Paul Gipon es un coro de voces mixtas bastante numeroso, de más de 30 miembros. Pese a estos condicionantes, su director explica en la carpetilla del disco que ha querido ceñirse a criterios historicistas, para lo cual ha usado una afinación de la época: la 394.
Al tratarse de una obra tan extensa, el coro presenta cierto cansancio, manifestado en una interpretación bastante monótona, con un excesivo vibrato en las voces femeninas y un devenir lento y moroso. Pese a esto, las dinámicas son bastante acertadas y mantienen la tensión. Hay que resaltar la inclusión de los versos en canto llano, que enriquecen la versión. Es difícil para este tipo de coros no profesionales salvar una obra tan comprometida, pues suelen quedar fuera de estilo.


Jeudi Saint dans les Espagnes

La Colombina
Accent, 1993

Como reza el título del disco, esta grabación contiene “extractos de la liturgia del Jueves Santo en las Españas”. No es Victoria el único autor interpretado, y el CD se completa con obras de Francisco Vázquez, Estevao de Brito, Cristóbal de Morales, Juan de Lienas y Francisco Manuel Cardoso. Las obras de Victoria pertenecen al Officium Hebdomadae Sanctae, en su parte correspondiente al Jueves Santo.
El grupo, compuesto sólo por cuatro cantantes, uno por parte, es un ejemplo de limpieza vocal y adecuación a repertorio. Componen La Colombina, Mª Cristina Kiehr, soprano de voz inmaculada y perfecta para la música renacentista; Claudio Cavina, contratenor de reconocido oficio; y los veteranos Josep Benet, tenor y Josep Cabré, barítono, que cierran el conjunto. Los cuatro logran unas versiones límpias y nítidas como pocas, empastadas y ajustadas, muy ligeras, casi etéreas, flotantes y muy espirituales. Los tempi ligeros, unas acertadas dinámicas y unas líneas vocales perfectamente marcadas hacen de ésta una versión altamente recomendable.


Tenebrae Responsories

Harry Christophers
The Sixteen
Virgin, 1995

The Sixteen con su director Harry Christophers al frente ha sido uno de los grupos ingleses que más veces han grabado obras de Victoria.  Es ésta una de sus primeras grabaciones y nos presentan los 18 Responsorios correspondientes a los Maitines del Officium Hebdomadae Sanctae de 1585. El grupo, como su nombre indica, gira alrededor de 16 cantantes ( aquí hay 18) y es un coro mixto, con las virtudes ya conocidas: empaste y afinación perfectas, dinámicas bastante acentuadas, tempi rápidos, sensación de ligereza y espiritualidad, en conjunto, una corrección extrema. Sin embargo, es una lástima no percibir un hálito más de vida, de entusiasmo, de alma, en una interpretación irreprochable excepto en este sentido.


Lamentaciones de Jeremías

Raúl Mallavibarrena
Música Ficta
Cantus, 1996

Música Ficta es uno de los grupos españoles vocales especializados en música antigua que más han hecho por la difusión de la polifonía de nuestro Siglo de Oro. Este disco tiene como principales virtudes una presentación bella y adecuada, un cuadernillo con abundantes notas y precioso material gráfico donde los intérpretes se explayan acerca de sus intenciones y de los motivos de sus interpretaciones, que lo hacen altamente valioso y atractivo.
Música Ficta ha optado por un grupo vocal mixto formado por 8 cantantes, a razón de dos por voz. Pese a esto, la introducción de voces femeninas no quita la tensión que sería de esperar, ya que adolecen de timbres algo metálicos y estridentes, problema que es común al de sus compañeros masculinos. El empaste de las voces es algo deficitario, produciéndose una tensión excesiva y bastantes puntos de desafinación.
El tempo escogido es algo lento, aunque las dinámicas presentan matices de interesante riqueza. La toma de sonido es deficiente y se observa un sonido saturado en algunos momentos, descarnado y seco, que no favorece en nada al timbre de los cantantes. Pese a esto, el empeño de Música Ficta por presentar la música de Victoria es loable, y algunos de estos defectos deben achacarse a pecados de juventud, ya que se trata de una de las primeras grabaciones del grupo.



Feria VI in Passione Domini

La Colombina
Accent, 1997

La Colombina hace aquí una selección de obras del Officium Hebdomadae Sanctae, concretamente de las pertenecientes al Viernes Santo. A ellas les añaden los versículos gregorianos que consideran convenientes para dar a la obra un sentido y,- dicho sea de paso-, dar tiempo al oído a descansar de la polifonía con la música monódica y viceversa.
El cuarteto vocal funciona a la perfección, logrando versiones llenas de nitidez sonora y gran belleza, con todas las virtudes del grupo, ya comentadas en su anterior obra “Jeudi Saint dans les Espagnes”.



Devotions and lamentations: Devotion to Our Lady y Mystery of the Cross

Harry Christophers
The Sixteen
Regis, 1997

Este CD doble recoge dos trabajos distintos de The Sixteen. En Devotion to Our Lady se presenta la misa Salve Regina a 8 voces y otras piezas marianas: Ave maris stella, Alma Redemptoris mater, Regina coeli, Ave María y Magníficat, casi todas a 8 voces. Al estar el grupo dividido en dos coros, el sonido es más rotundo que en otras ocasiones, reforzándose esta situación por el apoyo de un órgano. Los tempi y dinámicas son muy correctos, haciéndose especial hincapié en los contrastes dinámicos que permite la policoralidad.
The mystery of Cross, reeditada en el 2004 con el mismo título en el sello Coro, nos ofrece las lamentaciones de Jeremías del Officium Hebdomadae Sanctae, a los que se añaden los Himnos Vexilla Regis y Pange lingua. Las virtudes musicales de The Sixteen se ven aquí en todo su esplendor: perfecta afinación y empaste, agógicas muy razonables, dinámicas prodigiosas, donde la música crece y se reduce gradualmente con perfección asombrosa, líneas límpias y cristalinas. Este disco tiene todo lo que le faltaba a la anterior incursión de Harry Christophers en los Responsorios de Tinieblas: vida, alma, entusiasmo, mayor compenetración y comprensión del texto. Versión de las Lamentaciones difícil de superar.



Officium Hebdomadae Sanctae

Josep Cabré/ Juan Carlos Asensio
La Colombina / Schola Antiqua
Glossa, 2005

Grabado en directo durante la Semana de Música Religiosa de Cuenca en 2004, el grupo polifónico La Colombina y el conjunto especializado en Canto Gregoriano Schola Antiqua, han puesto en pie esta integral a la española del Officium Hebdomadae Sanctae Es éste el primer intento serio de abordar la integral tras la casi prehistórica versión de los Monjes de Silos y Voces Blancas de Burgos allá por 1973.
La Colombina ha reforzado su habitual cuarteto, convirtiéndolo en octeto, lo cual enriquece su sonido, que está perfectamente equilibrado, con timbres bellísimos, gratos de escuchar, nunca estridentes ni chillones, Las sopranos son perfectas para este repertorio y su empaste con el resto de las voces masculinas es total, mejorando claramente al grupo la introducción de voces femeninas.
Las texturas están claramente delimitadas y las dinámicas muy bien escogidas, graduales y sin brusquedades, dejando fluir a la música. Schola Antiqua se encarga de las antífonas y versículos en canto llano, con la solvencia habitual en ellos. El contraste entre polifonía y monodía es así descanso y grato al oyente. Hay que destacar como mérito añadido a esta integral, el hecho de haber sido grabado en directo, sin trampa ni cartón.

 Officium Defunctorum/ Requiem: 


Requiem

David Hill
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1987

No quiso David Hill dejar de ofrecer a la posteridad su personal visión del Requiem de Victoria. Es totalmente personal desde el momento en que la elección de un coro numeroso de voces masculinas con tiples como es el de Westminster, mediatizaba la versión. David Hill ha intentado hacer una reconstrucción litúrgica, insertando partes de canto gregoriano.
La interpretación de Westminster parece algo caprichosa en algunos momentos, como en el Taedet amimam meam, en que divide el grupo en varios segmentos de distinto timbre y número. La preeminencia sonora de los niños sobre el resto del conjunto es definitorio de su sonoridad peculiar, pero se antoja algo exagerada. Una vez más el balance con las voces graves está descompensado y parece que el propósito de David Hill es ofrecer un colchón sonoro a las voces agudas para que éstas se luzcan, en vez de equilibrar la polifonía. Además, los niños, como ya hemos dicho en otras ocasiones, tienen un timbre chillón algo molesto. Es una elección particular del director, que no podemos negar tiene muchos seguidores.



Requiem. Officium Defunctorum, 1605

Paul McCreesh
Gabrieli Consort
Archiv, 1995

De nuevo el Officium Defunctorum nos llega interpretado por un coro profesional de primera fila, el Gabrieli Consort. Sus componentes y director, Paul McCreesh, herederos de la mejor tradición vocal inglesa pero puesta al día según los criterios historicistas al uso, hacen una versión antológica. Utilizan tres cantantes por parte, excepto en los tenores, que son cuatro. Las voces agudas las hacen falsetistas, y el conjunto, cerrado por un bajón tapado, tiene un empaste y una contundencia impresionantes. El sonido así logrado es el más cercano a la interpretación de una capilla de música española de la época, con el añadido de que se interpreta la obra en la tesitura original. Además, para hacer una versión lo más cercana a la realidad histórica de la época se han añadido las partes gregorianas de la misa de requiem.
El requiem de Victoria fluye en las voces del Gabrieli Consort con una soltura y una elegancia inusuales, con las líneas polifónicas perfectamente delimitadas y un equilibrio total ente las voces. Paul McCreesh extrae de su grupo una tensión constante y unas dinámicas acertadísmas, donde los momentos álgidos se alargan y llegan casi a explotar, para descender lenta y suavemente en transiciones larguísimas.



Officium Defunctorum

Philip Cave
Magnificat
Linn Records, 1996

Una vez más un grupo inglés aborda el Officium Defunctorum en una reconstrucción histórica, es decir, añadiendo las partes gregorianas que irían alternando con las partes polifónicas escritas por Victoria.
Se trata de un grupo al uso: coro mixto de 13 voces, con sonido nítido y afinado, bastante empastado y de líneas límpidas. El asunto es que actualmente este tipo de versiones es difícil que aporten novedades o puntos de vista originales, pese a que esta grabación es de 1995.


Música Española. Requiem. Missa O quam gloriosum. Tenebrae responsories. Magnificat.
George Guest. George Malcolm. Stephen Cleobury
Coro de St. John’s College, Cambridge. Coro de Westminster. Coro del King’s College, Cambridge.
Decca, 1998

Se trata éste de un CD recopilatorio de varias obras de Victoria por varios coros y directores diferentes, con resultados totalmente distintos.
George Guest al frente del coro del St John’s College de Cambridge grabó en 1968 el Requiem y varios motetes más, cuyo resultado hoy día no es de recibo. Un coro aquejado de un vibrato contagioso como si fueran enfermos, de tempi lentísimos que acentúan aún más todos los defectos. Para olvidar.
El Coro de la catedral de Westminster, dirigido por George Malcolm hace unas versiones de los Responsorios de Tinieblas, grabadas en 1960. La grabación analógica amplifica los agudos y el coro aparece con un sonido metálico y chillón bastante desagradable. También parece el coro algo desafinado y con unas dinámicas repentinas y exageradas, además de caprichosas.
Por último Stephen Cleobury dirigiendo al coro del King’s College de Cambridge grabó en 1984 el motete y misa O quam gloriosum. Para empezar, los 20 años de diferencia que hay respecto de las otras dos grabaciones no pasan en vano. El grupo, mucho más pequeño, tiene un sonido suave, casi asustado, pero limpio, aunque con problemas de afinación, unos altos bastante afónicos y planos y niños tiples poco brillantes. Aún así, es lo único salvable de este doble CD, digno del olvido más absoluto.



Officium Defunctorum
Sergio Ballestracci
La Stagione Armónica
Symphonia, 2002

La Stagione Armónica es un grupo italiano, quizá demasiado extenso para abordar el Officium Defunctorum, ya que se trata de 25 cantantes mixtos. La impresión general el escuchar su versión es de pesadez, a lo que nada ayudan los lentos tempi escogidos por el director, Sergio Ballestracci, ni la voz extraña del solista que da las entradas de canto llano. El grupo está reforzado por un bajón, que añade más confusión al conjunto. Las dinámicas son bastante planas y la sensación de inseguridad se va haciendo cada vez más patente.
La grabación pretende ser una reconstrucción litúrgica que incluye las partes gregorianas de la misa de difuntos.



In Paradisum. Music of  Victoria and Palestrina
The Hilliard Ensemble
ECM, 1997

Este original trabajo mezcla piezas de Victoria, Palestrina y del repertorio gregoriano. Tanto se ha hablado de la relación Palestrina-Victoria y tan poco se había hecho para ponerlos juntos a disposición del oyente. El efecto es demoledor, pues es tal la similitud de recursos y sonidos que habría que ser un auténtico especialista para distinguirlos. Quienes no lo crean, que hagan una cata a ciegas y quizá se sorprenderán.
The Hilliard Ensemble está formado por  4 cantantes: contratenor, 2 tenores y un barítono. Con lentitud morosa pero manteniéndo la tensión, van desgranando las obras en interpretaciones apasionadas y muy ajustadas a los sombríos textos escogidos, mayoritariamente de la misa de Requiem. El gregoriano pone el complemento a los dos grandes polifonistas en este particular cara a cara que nos lleva al paraíso, pero pasando previamente por la muerte.

Officium Defunctorum

Raúl Mallavibarrena
Música Ficta
Enchiriadis, 2002

Presenta aquí Música Ficta su versión del Officium Defunctorum en lo que es una apuesta arriesgada, dada la cantidad de versiones de esta obra hechas por grupos de renombre internacional. De nuevo nos regalan una presentación impecable y abundantes notas que dan cuenta de las intenciones y sentimientos de los intérpretes, lo que es de agradecer.
El grupo mixto escogido es bastante numeroso: 13 cantantes, repartidos para las 6 voces de la obra, apoyados siempre por un bajón y un órgano. La adición de estos instrumentos dan a esta versión un carácter rotundo y solemne. Las voces femeninas poseen una calidez mayor que en la versión de las Lamentaciones y mejoran considerablemente el sonido del grupo, que resulta empastado y compacto. La toma de sonido introduce un fuerte eco, que produce un emborronamiento de las texturas, acentuado por el uso de un grupo más grande y por el añadido instrumental.
El tono escogido ha sido el original de la partitura, bastante grave, lo cual introduce un componente de gravedad implacable y tétrica, que se ajusta perfectamente a esta obra.
El tempo es ligero y muy adecuado al devenir de los distintos momentos litúrgicos de las piezas de esta misa de difuntos. Las dinámicas son extremas y arriesgadas, dándole un punto de tensión y vida que sienta muy bien al conjunto.
Podríamos concluir diciendo que ésta es una versión valiente y arriesgada, concluida con oficio y dignidad. Es una auténtica versión a la española de esta obra de Victoria.



Requiem
Carles Magraner
Capella de Ministrers
Coro de la Generalitat Valenciana
CDM 0615

Con motivo del cuatrocientos aniversario de la edición del Officium Defunctorum, Carles Magraner al frente de su Capella de Ministrers, apoyado por el Coro de la Generalitat Valenciana interpretaron esta versión, grabada en directo en Nueva York. En una obra de estas características, el Coro de la Generalitat puso la imprescindible interpretación vocal y Magraner al frente de sus instrumentistas se dedicó a adornar la parte vocal y a hacer una nueva versión con instrumentos, en lo que parece ser una tendencia con la que cada vez más grupos se atreven.




Misas policorales:

Missa Dum complerentur
James O’Donnell
Choir of Westminster Cathedral
Hyperion, 1996

El coro de Westminster presenta con esta grabación a su nuevo director, James O’Donnell en su visión de la música de Victoria. El repertorio escogido es la misa a 6 voces Dum complerentur, complementado con varios motetes e himnos.
El sonido pleno y compacto del coro de Westminster sigue apareciendo aquí en todo su esplendor. Tempi ligeros, dinámicas algo monótonas, timbre estridente debido a las voces infantiles... Virtudes y defectos de un coro con un sonido tremendamente particular y que nace de la tradición, por lo que tiene por igual defensores y detractores.

Missa Ave Regina
Michele Gasbarro
Festina Lente
Dynamic, 1999

Festina Lente hace aquí una reconstrucción litúrgica de lo que sería en tiempos de Victoria la misa de la Anunciación. Para ello escoge, además de la misa Ave Regina a 8 voces, un conjunto de piezas para órgano de varios autores y otros motetes de Victoria. Todo ello se completa con las partes del Propio en gregoriano. El conjunto es magnífico y de gran belleza, además de la variación que supone para el oyente el escuchar alternativamente piezas polifónicas, en canto llano y con órgano.
Michele Gasbarro cuenta con 16 voces mixtas, dispuestas en dos coros, según los requerimientos de la misa Ave Regina. La grabación adolece de un excesivo eco, quizá buscado conscientemente para dar el efecto policoral que el compositor buscaba en esta misa. El resultado, sin embargo, es algo confuso y las líneas no se llegan a percibir claramente, perdiéndose literalmente en el espacio físico donde se grabó. Se oyen también algunos puntos poco afinados, aunque el resultado general es aceptable.

The call of the beloved
Harry Christophers
The Sixteen
Coro, 2002

Este CD es reedición del editado con el mismo título en 1996 por el sello Collins. El repertorio lo forman la misa policoral Laetatus sum a 12 voces y varios himnos y motetes a 4 ó 6 voces y el Magnificat a 12 voces. Para la interpretación de las obras en tres coros Christophers ha dividido el grupo utilizando un coro 1 con cuatro cantantes solistas y los coros 2 y 3 con el resto , añadiéndoles órgano y dulcimer y corneta y sacabuche, respectivamente. Los efectos policorales se ven resaltados por una grabación que prima los ecos y sensaciones espaciales, diferenciando los distintos coros, gracias a su distinto volumen sonoro, a su diferente timbre y a su distinta ubicación.
La afinación, empaste, sonido brillante reforzado por la inclusión de instrumentos, perfectas dinámicas y tempi hacen de ésta una buena versión de las obras policorales de Victoria.